Si el propio Moncho Fernández ha hecho suya la frase de Rosmadoiro, la mítica cuenta de Twitter obradoirista, no queda otra que asumir que el “Era visto” define gran parte de la historia de Monbus Obradoiro. Es cierto que la pandemia ha sido un mal común que ha afectado a toda la sociedad en general y al baloncesto ACB en particular, pero también lo es que los compostelanos son quienes celebraban su 50 aniversario justo este curso. El esfuerzo del club ha sido grande para intentar convertirlo en un año especial y nunca se ha dejado llevar por la fatiga pandémica, pero el hecho de que solo pudiera haber público en su último partido en el Fontes do Sar ha trastocado todo los planes de esta celebración. Así que lo primero de cara a los aficionados será trasladar gran parte de los actos previstos a la temporada en la que todos confiamos en poder denominar post pandemia.

El inicio de este verano ha sido el de mayores nervios en la afición obradoirista al surgir el rumor de que Moncho Fernández, el Alquimista de Pontepedriña, líder espiritual, ídolo y hombre récord de Monbus Obradoiro, pudiera abandonar la que es su casa de toda la vida en busca de nuevos retos. La realidad fue que las negociaciones comenzaron y se alargaron algo más de lo normal por esta época tan compleja pero acabaron llegando al mismo buen puerto de siempre y Moncho seguirá compitiendo con Pablo Laso por ser el entrenador más longevo en un equipo ACB y por el clásico título de la permanencia.

Y si hablamos de récords en el banquillo, no hay otro sitio en en el planeta baloncesto donde un mismo cuerpo técnico lleve tantas temporadas sentándose en el mismo. Las renovaciones de Víctor Pérez y Gonzalo Rodríguez si que son un “era visto” en positivo de manual, aunque hayan tardado un poco más de lo esperado al igual que la de Moncho. Ambos entrenadores son un activo del club por su buen hacer y su compenetración con el Alquimista, que va más allá de lo profesional, y por seguir manteniendo la apuesta por la mejora de sus jugadores a través del trabajo individual.

LA TEMPORADA DEL ERA VISTO

Era visto que tras un comienzo espectacular vendría una racha muy negativa. De hecho ya lo vimos en la 17-18 tras el mejor inicio histórico seguido de la racha de siete derrotas seguidas.

Era visto que los problemas físicos asolarían especialmente la posición de base, algo que ya se ha convertido en casi tradición negativa las últimas temporadas.

Era visto, o como se diría ahora “ni cotizaba”, que el Obra sería uno de los equipos que tendría uno de los peores, si no el peor, brote de Covid 19 afectando hasta a 13 miembros entre plantilla y cuerpo técnico.

Era visto que la suerte en los minutos finales saldría más cruz que cara y se confirmó con hasta ocho derrotas por cinco o menos puntos, con seis de ellas decididas en la última acción. Sabemos que las cuentas de la lechera nunca funcionan y que ninguna abuela es una bicicleta, pero el playoff quedó a seis victorias de distancia.

Era visto que si un jugador del Obra comenzaba a nivel de MVP, sería luego el más afectado por el Covid19. Bueno, esto no lo habíamos visto nunca pero es un claro “era visto” viendo la historia del club gallego. Y si hemos visto otras veces el no poder contar con el jugador más importante, Kassius Robertson, y el base titular, Pepe Pozas, en los partidos claves de la temporada.

Si es que en Galicia se dice eso de “habelas, hailas” por algo.

Pero el equipo gallego con Moncho Fernández a la cabeza no son de excusarse en “meigas” ni en todo aquello que no pueden controlar, así que a pesar de todo eso volvieron a conseguir el “título de la permanencia”, teniendo grandes rachas de juego durante el camino, consiguiendo la evolución de sus jugadores como el caso llamativo de Steven Enoch y celebrando su triunfo particular ante su afición en el último partido en casa, algo que también “era visto”.

La temporada deja una cierta sensación de ocasión perdida, ya que los compostelanos contaron con una de las plantillas más talentosas y completas de su historia en la ACB, pero se compensa con la confirmación de un trabajo bien hecho, la batalla ganada con mucho esfuerzo por la estabilidad económica del club y el saber que la ciudad con menos habitantes de toda la Liga Endesa seguirá disfrutando del baloncesto de alto nivel un curso más. Tanto en la directiva, como en cuerpo técnico y afición, el año de la pandemia ya es pasado y toca centrarse en la confección de una nueva plantilla en la que Monbus Obradoiro volverá a sorprender con sus fichajes poco conocidos y con la incorporación de apellidos de difícil pronunciación.

JUGADORES CON CONTRATO

-Laurynas Beliauskas: La apuesta por el tirador lituano fue por tres temporadas y el tocayo de Birutis pareció confirmar el total acierto de ella en el inicio de la temporada, anotando en dobles dígitos en los primeros seis partidos del curso. Pero luego su rendimiento fue bajando hasta convertirse en un jugador de rol e irregular, mientras que Kassius Robertson se adueñaba del puesto de escolta y bajaban los minutos en los que coincidían en la pista. Esa misma irregularidad marcó su final de temporada pero aún así mostró su calidad en dos victorias muy importantes para la permanencia contra Herbalife Gran Canaria y MoraBanc Andorra. Es un jugador aún joven y con poco bagaje en una competición tan dura como la ACB por lo que se espera que mejore y siga aportando su capacidad de anotar de tres.

-Álvaro Muñoz: El alero español también fue un fichaje de estabilidad de los gallegos y cumplirá su tercera temporada en Santiago. Su año no ha sido nada bueno, con problemas físicos y siendo el jugador menos utilizado por Moncho Fernández con 12:13 minutos por partido tras Rafa García. En su primera temporada sorprendió gratamente, con buenos partidos en ataque y convirtiéndose en un especialista en defensa, pero su mencionado estado físico y esos pocos minutos no han permitido que este año destacará en ninguna de esas facetas. Si recupera su tono y la confianza puede volver a ser un jugador de rol importante y es de momento el único cupo con contrato.

-Laurynas Birutis: José Luis Mateo todos los veranos repite que siempre hay algún jugador con contrato que puede acabar saliendo y suele cumplirse esa máxima por el interés de equipos de mayor presupuesto. Tras su grandioso primer mes de competición toda la afición obradoirista y la prensa especializada que sigue al equipo pensó al unísono que el jugador que no veríamos dos temporadas seguidas sería Laurynas Birutis. Su bajada de rendimiento tras ser uno de los jugadores más afectados físicamente por el Covid19 devolvieron alguna esperanza de que el lituano cumpla su contrato en Santiago pero en sus dos últimos partidos volvió a una media de 27 de valoración. Si se quedase sería sin duda uno de los puntales de este Obra 21/22.

-Álex Suárez: Otra de las gratas sorpresas de la temporada. El canterano de la Penya ha realizado una temporada realmente meritoria y ha encajado como un guante en el equipo gallego. Además de aportar su gran muñeca desde la línea de tres, su integración en el juego ha sido total, convirtiéndose en jugador de intangibles y con una regularidad que no había mostrado en sus anteriores equipos. Los santiagueses tenían claro que querían su continuidad y ya han anunciado su renovación.

-Braydon Hobbs: El primer fichaje de Monbus Obradoiro para la temporada 21/22 ha sido este base-escolta americano que ha desarrollado prácticamente toda su carrera en Alemania como jugador de rol. Hobbs entra dentro de esa figura de jugador veterano con pasado en equipos Eurocup y Euroliga al que los gallegos convencen ofreciéndole un papel con más protagonismo y dándole la oportunidad de debutar en la Liga Endesa. Nacido en el estado de Indiana, por lo que Fran Fermoso podrá utilizar con él la misma coletilla que para Kyle Kuric, también cumple con la característica de poder ocupar varias posiciones en el campo, algo muy valorado por Moncho Fernández en las últimas temporadas, y que nos deja la duda de si su fichaje es en previsión de las salidas de Pozas y Oliver o de la de Kassius Robertson.

JUGADORES QUE ACABAN CONTRATO

-Kassius Roberton: Comenzamos el análisis de los que acaban contrato por el canadiense, ya que informa Óscar de la Fuente en el Correo Gallego que su continuidad estaría encarrilada si no le llega ninguna oferta de entidad. No cabe duda que de confirmarse que sigue en el equipo sería la mejor noticia en cuanto a jugadores. Robertson pasó un período inicial de adaptación mientras los focos estaban en Birutis para convertirse a medida que se desarrollaba la temporada en el líder indiscutible de la ofensiva gallega. Pero aún es pronto para confirmar esto ya que sería de esperar que el francotirador de los gallegos haya despertado interés en equipos que jueguen competiciones europeas tras su gran temporada.

-Pepe Pozas: En el aspecto emocional y de liderazgo en el vestuario la renovación de Pepiño es la que más está deseando el público santiagués. El malagueño es el alma de este equipo y el Obra quiere que lo siga siendo. Los gallegos le han hecho una oferta de renovación pero no lo han incluido en la lista de tanteo como gesto que reconoce los servicios prestados durante todos estos años. Su rendimiento las dos últimas temporadas ha tenido momentos realmente buenos y solo las lesiones le han impedido confirmarse como uno de los bases nacionales más seguros y regulares de la competición. Su mejora en la dirección y el pase hace tiempo que es un hecho consumado y su entrega y defensa son claves para este equipo. Todo esto ha hecho que varios equipos como RETAbet Bilbao Basket o Coosur Real Betis se hayan interesado en el bravo base. El malagueño ya ha anunciado que tomará una decisión lo antes posible y estará valorando si seguir haciendo historia local en el Obra o emprender una nueva aventura tras siete temporadas en tierras gallegas.

-Mike Daum: Dauminator es la gran incógnita. Tras su gran final en su primera temporada se esperaba un gran impacto en su segundo año como profesional, pero las lesiones le cortaron el ritmo y su juego ha mostrado una gran irregularidad tras recuperarse. Los cambios contínuos de posición entre el tres y el cuatro, faceta en la que destacó su primer año, han parecido suponer un problema para la constancia en su juego y le hemos visto combinando grandes acciones con muy malas decisiones en el campo. Su potencial está fuera de toda duda y no sería extraño que otros equipos apostaran por ella, pero puede que ese cierto estancamiento abra la puerta a querer evolucionar una temporada más en el Obra, de querer seguir apostando el Obra por el estadounidense.

-Steven Enoch: Esta temporada todo apuntaba a que el jugador que recibiría más ofertas del Obra sería Birutis tras su gran inicio, pero la explosión del potente rookie lo ha convertido en un claro objeto de deseo. El impacto de Enoch en la segunda fase de la liga solo ha estado por debajo del dominador Ángel Delgado, siendo posiblemente los dos mejores jugadores del final de la liga regular. Con su talento, físico, juventud y capacidad de evolución es una casi una utopía pensar que puede continuar un año más en Monbus Obradoiro. Ha sido el único jugador incluido en el derecho de tanteo por parte de los compostelanos por lo que si su destino fuera otro equipo ACB podría dejar algo de dinero en las ajustadas arcas obradoiristas.

-Albert Oliver: El decano de los jugadores ACB fue fichado con un contrato temporal ante la lesión de Ozmizrak y su buen rendimiento lo convirtió en jugador de pleno derecho hasta el final de temporada. El Obra desea seguir contando con la veteranía y el buen hacer del base catalán y le ha hecho una oferta de renovación. Viendo la composición de la plantilla del año pasado todo apunta a que sería para el puesto de tercer base.

-Rafa García: Todo apunta a que el joven base no seguirá formando parte de la primera plantilla de Monbus Obradoiro. García demostró su carácter y entrega, incluso jugando lesionado, pero también hay que decir que en los pocos minutos que jugó se le vió muy verde para la Liga Endesa y posiblemente su destino sean alguna categoría FEB para intentar seguir creciendo en su juego.

salidas confirmadas

-Kartal Ozmizrak: El base turco ya ha rescindido su contrato con el Obra para volver a su país. Ozmizrak firmó por dos temporadas y era uno de los jugadores que despertaba más expectativas para este temporada pero no se ha podido librar del “era visto” que afecta últimamente al puesto de base en Monbus Obradoiro. Ya la temporada anterior los gallegos casi no pudieron disfrutar de Earl Calloway y esa maldición volvió a consumarse en el nuevo fichaje estrella para la dirección del equipo. Ozmizrak se lesionó ya en la pretemporada y su recuperación se alargó mucho más de lo previsto, privando al equipo gallego de tener al internacional por Turquía al cien por cien en ningún momento de la temporada. El nivel que mostró en partidos como los de Movistar Estudiantes, Joventut o Coosur Real Betis y el no haber podido disfrutarlo con regularidad dejan la sensación de ocasión perdida con este jugador.

-Jake Cohen: El americano-israelí ha retornado al Maccabi Tel Aviv, donde volverá a desempeñar un papel de rol tras ser la mayor decepción de la plantilla obradoirista de la temporada 20/21 y no haber demostrado capacidad de ejercer de estrella de un equipo de mucho menor potencial económico. El versátil interior generó muchas expectativas con su fichaje por su calidad y su experiencia en Euroliga pero llegó fuera de forma y su pretemporada se vió interrumpida por el nacimiento de su hija. Una vez pasada esa fase comenzó a mostrar lo que se esperaba de él encadenando una buena racha de partidos, pero al avanzar la temporada se fue diluyendo, mostrando apatía en el juego y siendo importante solo en partidos puntuales. Siendo una (o la más) fichas más altas del equipo y sin justificarlo en el campo, su salida es lógica por ambas partes y no se le echará especialmente de menos en el Fontes do Sar.

-Chris Czerapowicz: El fichaje del alero sueco por UCAM Murcia es la más dolorosa emocionalmente hasta el momento. Czera se convirtió pronto en otro de esos jugadores con ADN Obra, que no necesitan meter puntos para ser clave en el equipo y que enseguida se meten al público del Sar en el bolsillo. Dentro este nuevo “tiempo de mercado” y de la nueva realidad económica, los gallegos no lo incluyeron en el derecho de tanteo, aunque querían seguir contando con sus servicios,  y le presentaron una oferta más baja que su contrato anterior. El equipo de Sito Alonso vio la oportunidad para sumar un complemento ideal para Sadiel Rojar en el puesto de tres y se hizo con un jugador que complementará muy bien al resto de jugadores de la plantilla murciana.

RUMORES

-Sergi Huguet: Según Xisco Cruz de IB3 el joven escolta mallorquin de 18 años formado en el Palmer Palma fichará por Monbus Obradoiro para alternar el filial y la primera plantilla. Se trata de un escolta de 1.95 con buena mano y confirmaría la idea de los gallegos de aumentar la calidad del filial con vistas a poder reforzar el equipo ACB con gente que ya esté en la casa, como sucedió con la incorporación a tiempo completo de Rafa García desde el equipo de EBA.

-Fernando Zurbriggen: Chema de Lucas ha informado del fichaje de este prometedor combo argentino de 23 años. Según cuenta el periodista en Eurohoops.es, Zurbiggen firmará por varias temporadas en lo que será su primer destino fuera de su país. Es argentino de nacimiento pero su pasaporte italiano le permitirá no ocupar plaza de extracomunitario y llegaría tras ser el MVP de la liga regular en las filas del Obras Basket, gracias a sus 15’2, puntos, 6’6 rebotes y 4’9 asistencias. Tiene 23 años y mide 1’85, pero a pesar de su escasa estatura cuenta con un buen físico y un juego intenso que le facilita ejercer las posiciones de base y escolta, caracterísica que comparte con Braydon Hobbs, por lo que es pronto para saber que salidas confirmaría su llegada, al poder ocupar el puesto tanto de Pozas u Oliver como el de Kassius Robertson, o si acabará compartiendo equipo con todos ellos.