Lo tenían todo para triunfar. Talento natural, calidad para dar y tomar y condiciones atléticas de primera. Pero les faltaba actitud. Muchos tuvieron una larga carrera en la NBA y algunos incluso llegaron a ser all-star, pero defraudaron, porque se esperaba mucho más de ellos. No fueron las lesiones, ni la mala suerte, fue su dejadez y su falta de carácter competitivo lo que les impidió cumplir con las expectativas. Son, como los bautizó el añorado Andrés Montes, los jugadores que "se dejaban llevar". Echamos un vistazo a los últimos años en la NBA y elegimos 10 nombres propios a los que se les puede utilizar el calificativo de este gran comunicador que nos dejó hace ya algunos años.
Joe Barry Carroll (1980-91)
Todo un 7 pies que fue Nº1 del primer draft de los maravillosos '80s en la NBA. Un jugador que destacó en Purdue (1976-80) y que parecía destinado a ser uno de los hombres altos dominantes de la Edad de Oro de la historia de la mejor liga del mundo. Los Golden State Warriors sacrificarían a Robert Parish y una elección de primera ronda, que los Celtics utilizarían para elegir a Kevin McHale, para lograr su adición … y con el tiempo se puede considerar como uno de los peores movimientos de las últimas décadas de una franquicia NBA.
Los primeros años de Carroll serían prometedores, con un rendimiento ascendente que parecía llegar a su mejor nivel en su tercer curso (1982-83), en la que promediaría 24.1 puntos, 8.7 rebotes y 2 tapones. Pero no logró establecerse en la elite, entre los elegidos, aunque aparecería de forma fugaz en el All Star Game (1987). Languidecería en Oakland hasta ser traspasado junto con Sleepy Floyd a los Rockets por Ralph Sampson en diciembre de 1987, lo que supondría su cuesta abajo prematura y definitiva. A partir de ahí, no sería ni la sombra de lo que fue (y de lo que pudo haber sido ) en Nets, Nuggets y Suns. Indolente fuera y dentro de la cancha, ganándose el apelativo de "Joe Barely Cares" (Joe apenas se preocupa), el hecho de no conceder entrevistas tampoco ayudaría a grajearse la simpatía de aficionados y medios.
benoit benjamin (1985-2000)
Benoit Benjamin lo tenía todo para ser un pívot de los que marcase época. Un 2.13 de gran volumen, pero móvil y con talento para el juego. Guardando las distancias, un Shaquille O'Neal en potencia, antes de que apareciese el propio Shaq. Sus números en la Universidad de Creighton llamaban poderosamente la atención. En su temporada junior (1984-85), y con tan solo 20 años, era capaz de promediar 21.5 puntos, 14.1 rebotes y 5 tapones por encuentro. Obviamente, no pasó desapercibido para los ojeadores NBA, siendo elegido por los Clippers en la posición Nº3 del Draft de 1985, por detrás de Pat Ewing y Wayman Tisdale, pero por delante de futuras estrellas de la liga como Chris Mullin (Nº7), Karl Malone (Nº13) o Joe Dumars (Nº18).
Su carrera NBA fue todo un "lo que pudo ser y no fue". Problemas físicos, de peso, pero también de mentalidad competitiva. Pasó gran parte de su carrera en los LA Clippers, la franquicia maldita, con los que, en su mejor temporada (1988-89), lograría firmar 16.4 puntos, 8.8 rebotes y 2.8 tapones por partido. Buenos números en líneas generales, pero sin despuntar como el jugador dominante que prometía ser. Con pasos por Sonics, Lakers, Nets, Grizzlies, Bucks, Sixers, Cavs… dejaría para la posteridad sus 1.117 tapones (a 2.75 por actuación) con los Clippers, el máximo histórico de la franquicia.
En el ocaso de su carrera, Benjamin llegó a recalar en Argentina, donde defraudó en lo deportivo y tuvo muchos problemas extradeportivos. Dejó el Atenas de Córdoba tras propinarle un puñetazo a su compañero Bruno Labaque en pleno tiempo muerto.
Benoit Benjamin con la camiseta de los Clippers en un partido ante los Lakers de 1988
derrick coleman (1990-2005)
Derrick Coleman era un super-clase, un jugador con un talento descomunal que debería haber sido all-star de forma perenne. Un 4-5 zurdo y de 2.08, con grandes movimientos de espaldas al aro y gran muñeca que deslumbró en la NCAA jugando con Syracuse (1986-90), donde formaría una pareja interior extraordinaria con Rony Seikaly. Elegido Nº 1 en el Draft de 1990 por los Nets, se debería haber unido al selecto grupo de los Barkley, Malone etcétera como uno de los ala-pívot que marcaran la década de los 90 en la NBA, pero su carrera no pasó de ser decente.
Como características comunes a otros jugadores que aparecerán en este artículo, las lesiones, problemas con el sobrepeso, además de una actitud y una ética de trabajo muy cuestionables e, incluso, problemas con el alcohol, impidieron que Coleman llegase al status de superestrella. Un solo All-Star en su haber (1994) y sus 16.5 puntos y 9.3 rebotes de media en su carrera como profesional saben realmente a muy poco. Buenos años en los Nets (1990-95), con tres campañas con 20+10 en puntos y rebotes, para ir diluyéndose como jugador posteriormente en 76ers y Hornets.
chris laettner (1992-05)
El recordado Andrés Montes utilizaba precisamente el apelativo "Se dejaba llevar" al referirse a esta ex estrella de Duke que siempre dio la impresión de poder rendir muy por encima del nivel que mostró durante su carrera. Doble campeón de la NCAA con Duke, miembro de la selección de EE.UU. que ganó el bronce en el Mundobasket de 1990 e invitado para formar parte del inolvidable Dream Team original de 1992, este ala-pívot de 2.11 y gran elegancia fue sin más un buen jugador de la NBA. Y debió ser mucha más.
Venía de una familia muy acomodada, su talento para el baloncesto era natural y parece que las facilidades que le dio la vida hicieron que le faltara ese instinto ganador, esa ambición de otros jugadores que lo han tenido todo muy complicada en su carrera. Nunca fue una estrella durante sus años en NBA (Wolves, Hawks, Pistons, Mavericks, Wizards y Heat), aunque sus números fueran buenos. Destacó sobre todo en unos Hawks realmente competitivos a finales de los 90, llegando a disputar el All Star de 1997. Pero viendo su clase innata, su talento y la forma en la que se movía en la pista, uno no dejaba de pensar en lo mucho que hubiera podido hacer este jugador si hubiera tenido una mentalidad ganadora.
se conjuró para mejorar sus prestaciones para llegar a ser All Star, pero casualmente en el curso 2012-13 sus números decrecieron de forma dramática (de 16.8 puntos y 8.2 rebotes en la 2011-12, pasó a 8.5 puntos y 5.8 rebotes por encuentro en la temporada del lockout).
Todas las Historias de (Solo)Basket:
Aquí te dejamos el listado de toda la serie:
2008:
- La selección USA de David Robinson conquista La Casilla
- Anotando en la canasta equivocada
- Fernando Martín, de gira por España con estrellas de la NBA
2009:
- Del One on One al NBA 2k9 (videojuegos de basket)
- White men can dunk
- Terence Stansbury, pasión por el mate
- Yo una vez fui un crack de esto
- Fernando Romay, de costa a costa
- ¡El Atlético de Madrid de Jesús Gil llega a la ACB!
- Los pequeños grandes hombres de la zona
- Mis monstruos favoritos (el reverso tenebroso de los dorados 80 en la NBA)
- Circuito de Baloncesto Profesional (CBP), una efímera ABA a la española
- Resurrecciones
2010:
- Cuádruple-Doble, la actuación perfecta
- Recopa '91, el infierno griego en Ginebra (con la colaboración de Manel Comas)
- Dinosaurios NBA, última estación – Europa
- Del anonimato al estrellato. El sueño americano
2011:
2012:
- Talento desperdiciado, los jugadores que "se dejaban llevar"
- ¡Baloncesto y Rock'n'roll!
- Adrian Branch, chupón entre chupones, el recordman oculto de la historia de la ACB
- Talento desperdiciado (II), los europeos que "se dejaban llevar"
- Riccardo Pittis, el arte de la reinvención
2013: