kevon looney, el guerrero inquebrantable
Hace menos de un año, durante el verano de 2017, Kevon se encontraba ante una de las situaciones más críticas de su vida. Tras dos temporadas en la NBA en las que apenas había disputado 60 partidos en total y parecía que sus lesiones lastrarían el resto de su carrera, Kevon decidió poner fin a las excusas y la lástima de los demás. Pasó el verano trabajando en su juego, mejorando y aprendiendo de los mejores. En el UCLA Students Activities Center de California se organizaban partidillos informales durante todo el verano a los que acudían las mejores estrellas de la NBA como Chris Paul, James Harden o C.J. McCollum, entre otros. Además de ellos, Kevon también estaba ahí.
Su principal virtud siempre había sido su versatilidad, su capacidad de jugar y defender a distintas posiciones sobre la pista. El verano pasado Kevon aprovechó para ahondar aún más en los puntos fuertes de su juego y los jugadores que tenía en frente suponían una oportunidad de oro. Rico Hines, uno de los organizadores de estos partidos, impuso la regla obligatoria de cambio defensivo en todos los bloqueos. Además, también forzaba a los equipos a atacar en 10 segundos o menos una vez cruzaban el medio campo. Esto obligaba a Kevon a defender a los bases después de cada pick-n-roll y de todos los interiores que participaron ese verano, fue él quien mejor cambiaba en defensa.
inicios arrolladores
Kevon Grant Looney, nacido el 6 de febrero de 1996, es originario de Milwaukee, Wisconsin, donde sus padres Doug y Victoria han vivido toda su vida. Tiene una hermana y un hermano, ambos mayores que él que desde bien pequeño influenciaron en gran manera su futuro. Su hermano Kevin solía jugar partidos de baloncesto en el parque a menudo y Kevon iba a verle jugar cada vez que podía. Ambos crecieron siendo grandes fans de Los Angeles Lakers y, especialmente, de Kobe Bryant. Solían pasar horas y horas en la canasta que tenían detrás de casa imitando los movimientos de la estrella angelina. Ambos se dieron cuenta enseguida de que Kevon tendría el físico ideal para dedicarse a ello.
El pequeño de los Looney se enroló en Alexander Hamilton High School y empezó su andadura en el equipo de baloncesto del instituto. Gracias a su tamaño, no tardó en hacerse en las riendas del equipo pese a ser jugador de primer año y los programas NCAA se fijaron en él desde su temporada freshman. En 2013, al término de su segundo año de High School, Looney fue nombrado Player of the Year de la conferencia en la que competía, además de llevar a su equipo a la final del campeonato de conferencia. Sus números, 26.1 puntos, 12.4 rebotes, 3.1 asistencias y 7 tapones por encuentro, fueron prueba más que suficiente de que Looney estaba llamado a hacer grandes cosas.
El año senior de Looney empezó con las dudas por saber qué programa universitario conseguiría convencerle al finalizar la temporada. En el apartado deportivo, Kevon lideró a sus Wildcats al torneo de conferencia donde permanecieron invictos a lo largo de toda la trayectoria hasta alzarse con el título estatal. Por su parte, Looney promedió 28 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 8 tapones durante todo el año, una gesta de la que se hicieron eco distintos medios de comunicación como CBS Sports u otros medios locales de Wisconsin. Pese a ser el jugador más alto de su equipo, Looney jugaba muchos de sus minutos en la posición de base o escolta y era capaz de defender a los jugadores rivales en cualquiera de sus posiciones.
A mitad de la temporada 2013-2014, Looney anunció que se había comprometido con la universidad de UCLA de cara al año siguiente, una decisión que cogió por sorpresa a la inmensa mayoría ya que no se esperaba que UCLA estuviese entre sus opciones. Segun Looney, su campus y el staff técnico habían terminado de convencerle para comprometerse con los Bruins. Ese mismo año, Kevon se convirtió en el sexto jugador de Wisconsin en ser elegido para participar en el McDonald's All-American Game, un encuentro que disputó junto a jugadores como Karl-Anthony Towns, D'Angello Russell o Devin Booker, entre otros. En ese momento, Looney estaba considerado entre los 10-15 mejores jugadores de todo Estados Unidos.
uCLA, tierra prometida
Poco después de llegar a UCLA se supo que Looney había decidido comprometerse con los Bruins debido a una promesa de su entrenador, Steve Alford: "No puedo prometerte un papel protagonista desde el principio pero aquí podrás jugar tanto dentro como fuera y seguir desarrollando tu juego". Para Looney esto era un sueño hecho realidad, la oportunidad de seguir demostrando que lo mejor de su juego seguía siendo su total versatilidad en la cancha. Kevon debutó con UCLA ante Montana State consiguiendo 20 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias pero el año no tendría solo sonrisas para el jugador de Milwaukee.
Nada más empezar la temporada sufrió una pequeña lesión en la cadera que le mantuvo alejado de las pistas un par de semanas. Precisamente esa lesión y sus consecuencias serían las que seguirían dando guerra varios años después en la NBA. Pese a ello, la CBS afirmó que su debut con UCLA era de los más impresionantes de la historia de la competición e instó al público a seguir de cerca a ese jugador de gran envergadura que podía jugar en distintas posiciones. A lo largo del curso, Looney ayudó a frenar una racha negativa de los Bruins en febrero que incluía cinco derrotas consecutivas. Una exhibición ante Stanford donde Looney consiguió 28 puntos y 19 rebotes tras dos prórrogas salvó el inicio del calendario de conferencia para UCLA.
Sus recursos fueron aumentando a medida que la temporada progresaba y Looney fue añadiendo distintas herramientas a su arsenal defensivo. Empezó el año anotando tras rebote o contraataque y lo terminó como un tirador más que decente, con una serie de triples de 13 de los últimos 20 de la temporada anotados (65% de acierto). Al término de la temporada y tras caer los Bruins en el Sweet Sixteen de la locura de marzo, las estadísticas de Looney no recogían su impacto en la pista pero daban fe de un jugador importante: 11.6 puntos y 9.2 rebotes (segundo máximo del país) por partido y un total de 15 dobles-dobles (marca de todo EEUU).
Kevon Looney fue elegido para el segundo mejor equipo de la conferencia Pac-12 y entró también en el mejor conjunto de jugadores de primer año de la temporada, méritos suficientes para ganarse el reconocimiento de su entrenador y sus compañeros. Tras finalizar la temporada en UCLA, Looney anunció su intención de presentarse al Draft de la NBA de ese verano pero su valor empezó a caer en picado por las preocupaciones respecto a su cadera.
De cara al Draft, Looney realizó distintos entrenamientos y entrevistas con franquicias NBA cuya principal cuestión a tratar parecía ser su cadera. Surgieron rumores de que Looney se había operado antes de la temporada anterior y de que tendría que perderse la el siguiente curso completo, razón por la cual muchas franquicias decidieron no arriesgarse con Kevon en la noche del Draft. Pese a predecir que podía caer en los puestos de lottery en un principio, su valor fue cayendo con el paso de los días previos al Draft.
Según el portal especializado NBADraft.net, Looney ofrecía claras virtudes a cualquier equipo: "Tiene enormes atributos físicos y una envergadura envidiable. Su actividad defensiva es un signo esperanzador de cara a futuro desarrollo del jugador". Pese a esto, preocupaban otros aspectos de su juego y la adaptación del mismo tras el salto de NCAA a NBA. "Los problemas con las faltas son una tónica habitual con Looney, a menudo por emparejarse con jugadores de otras posiciones. Es bueno alrededor del aro, pero no excesivamente eficiente", concluía el informe de los scouts NBA.
perseverar ante el fracaso
Tras los entrenamientos con las franquicias y unas semanas frenéticas, Kevon Looney llegó al Draft esperanzado pero no escuchó su nombre hasta la elección nº 30 de la noche, cuando Silver anunció que los Golden State Warriors le habían seleccionado. Los Warriors venían de ganar el anillo y no les preocupaba en exceso la cadera de Looney; tenían un roster bien asentado y podían permitirse el tiempo de recuperación y desarrollo del ex-bruin. Kevon no pudo debutar hasta enero de 2016 y lo hizo en la D-League con los Santa Cruz Warriors consiguiendo 11 puntos y 12 rebotes en su primer encuentro. Tras disputar 5 partidos con la franquicia afiliada, los de Oakland decidieron hacerle debutar en la NBA.
Tras disputar apenas cuatro partidos, su cadera volvió a necesitar intervención en marzo, un procedimiento que le apartaría de las canchas durante los siguientes 6 meses de competición. Esa temporada los Warriors llegaron a las NBA Finals donde perdieron ante los Cavaliers de LeBron James. Looney echó el cierre a su primera temporada NBA con 5 partidos disputados y apenas 4 minutos por encuentro. Debido a su recuperación, Kevon no pudo participar en la Summer League de 2016 y llegó a la pretemporada de Golden State pasado de peso. Pese a contar con más oportunidades a lo largo de su segundo año NBA, las molestias en la cadera volvieron a aparecer en abril y le obligaron a perderse el tramo final de la temporada.
Looney se perdió los Playoffs de 2017 donde los Warriors se alzaron con el anillo en las Finals, nuevamente ante los Cleveland Cavaliers. Cansado de que la cadera fuese su mayor obstáculo en la NBA, Looney aprovechó el verano para recuperarse y llegar al training-camp en la mejor forma posible. Los partidos de exhibición en UCLA junto a estrellas NBA no fueron más que uno más de los distintos entrenamientos que el jugador realizó a lo largo de la offseason. Al llegar a la pretemporada, Looney se encontró con que McGee, Pachulia y West ocupaban los minutos en su posición y jóvenes como Jordan Bell amenazaban con arrebatarle su futuro.
La temporada 2017-2018 ha sido, finalmente, una positiva y llena de emociones para Looney. En noviembre Steve Kerr declaró que la liga estaba moviéndose hacia un baloncesto small-ball y que debido a ese cambio de estilo de juego, Kevon Looney era uno de sus jugadores más importantes. "Es nuestro mejor pivot a la hora de realizar cambios defensivos y quedarse con un hombre pequeño", declaraba. Kerr quiso dejar claro que para él, Kevon era un ejemplo de profesionalidad y que contaría con muchos minutos a lo largo de la temporada.
Este año Looney ha superado su tope personal de minutos (30), puntos (13), rebotes (11) y tapones (6) y ha demostrado el crecimiento cómo consecuencia del verano de duro trabajo. Los Playoffs fueron la culminación del esfuerzo y la perseverancia de Looney. Pese a que McGee siguió saliendo de titular, Looney acaparó la mayoría de los minutos de interior en primera ronda y una vez que Kerr instauró la death lineup de inicio, Looney se convirtió automáticamente en el 6º hombre del equipo. Sus números en Playoff mejoran los de toda su carrera NBA y más allá de esto, su impacto en la pista ha sido incontestable.
Kevon Looney ha conseguido superar las dificultades y las barreras que se ha encontrado delante y ahora goza de un puesto de lujo en el mejor equipo del planeta. Su papel en el anillo conseguido por Golden State hace escasas semanas ha dejado claro que el futuro de este jugador de apenas 22 años es brillante y que, ahora sí, está en su mano seguir creciendo dentro de la liga. Lejos quedan sus números en Alexander Hamilton y sus exhibiciones en UCLA. Ahora su impacto va más allá de las estadísticas y Kerr lo sabe; Kevon Looney es el ejemplo de que con perseverancia todo es alcanzable.
Notas de autor:
Este artículo pertenece a la serie de 30 Jugadores - 30 Semanas - 30 Historias que se publica cada lunes en Solobasket:
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